Menos Quejas y Más Amor

 

Menos Quejas y Más Amor

 

 

Cada día que me levanto y transito por  el mundo tratando de concretar mis proyectos, sueños y objetivos, veo personas caminar por la calle de manera alocada, apresurada, llevándose todo lo que encuentran por delante (niños, personas, u objetos), sin importarles nada de nada, sin pedir disculpas, sin brindar ayuda a la persona que  han atropellado. Sólo se escuchan quejas, murmullos, expresiones de malestar y de mal humor.

Al observar esta actitud, pienso que sería mejor que cada uno se auto- evalúe y reflexione sobre sus propias prácticas, sus valores, sus creencias, sus convicciones, disfrutando de todo lo que han logrado hasta el momento. Creo que sería interesante que las personas nos preguntáramos más a menudo: “¿Por qué me manejo de esta manera por la vida, sin  importarme si pongo en riesgo mi vida o la de los demás, tratando mal a todo mundo, quejándome de todo y de todos, sin hacer nada para estar mejor?”

Estoy convencida de que el día que las personas puedan comprender que todos  somos seres humanos, que nadie es perfecto ni es igual a otro, y  que así como todos tenemos  el derecho de aprender cada día, también podemos equivocarnos.

No es malo hacerlo, el error debe ser un recurso que nos ayude a mejorar nuestra construcción de sujeto, debe ser  un aprendizaje más que nos enseñe, e incluso, que nos ponga a prueba para que podamos ver lo mucho que valemos y las cosas que podemos lograr.

¡Qué lindo sería que todos pudieran levantarse cada mañana entendiendo el valor de lo que significa la vida, de lo que simboliza vivir un día más para poder estar con las personas que amamos, para valoramos más! No vale la pena gastar nuestras energías pensando en lo que no pudimos hacer, o en lo que hicimos mal.

La vida es bella, si la enfrentamos con valor y con optimismo. Sé que no  es fácil cambiar estos hábitos  pero le sugiero a usted lector que intente disfrutar cada segundo, cada minuto, cada hora y cada día como si el mañana no existiera. Nosotros direccionamos nuestro propio camino a través de las decisiones que tomamos a diario, y la vida nos indica si tomamos el rumbo correcto  o si estamos yendo por un lugar equivocado.

 

 

Saludos y cariños: